El Parque Güell se ha convertido en un parque público popular para los habitantes de Barcelona, ​​así como un gran atractivo para los visitantes. Reconocido como monumento artístico en 1969, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984.

Fue concebido originalmente como como una urbanización de lujo para acabar convirtiéndose en un parque repleto de detalles naturalistas y ausente de lineas rectas.

Con una extensión de más de 17 hectáreas, el Parque Güell está cubierto por formas onduladas, columnas con aspecto de árboles, figuras de animales y formas geométricas. La mayor parte de las superficies están decoradas con mosaicos realizados con trocitos de cerámica de colores. El punto central del parque es una gran plaza en la que se encuentra un enorme banco de 110 metros de longitud, con apariencia de serpiente recubierta por pequeñas piezas de cerámica.

Junto a la entrada principal del parque se encuentran dos casitas. Una de ellas funciona como tienda mientras que la otra, la Casa del Guarda, alberga exposiciones audiovisuales sobre el pasado del parque

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